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Cuba: coraje y valor

No permitamos que muera la esperanza


XI Encuentro Internacional de Economistas «No permitamos que muera la esperanza»
Por Luis Luque Álvarez y Jorge Luis Rodríguez González

Manifestó en su ponencia el Presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández Reyna, al referirse a la sombría crisis económica por la que atraviesa el mundo

* Malos vaticinios del FMI y el Banco Mundial para la economía mundial
* «La crisis en África comenzó mucho antes»


La actual crisis económica mundial «ha evidenciado la bancarrota de un sistema que ha puesto en riesgo la estabilidad económica mundial, la paz social de los pueblos, y la gobernabilidad política de las naciones.

No habrá nunca forma de explicar cómo se pudo crear una riqueza fundamentada ficticia solo en papeles».

Así expresó el Presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández Reyna, al presentar su ponencia en la noche de ayer ante el plenario del Palacio de las Convenciones de La Habana, en el XI Encuentro Internacional de Economistas.

Fernández, quien arribó acompañado por el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y vicepresidente del Consejo de Estado, Esteban Lazo, ilustró con cifras los intentos de los países ricos, con EE.UU. a la cabeza, así como de los emergentes, de contener la crisis mediante la inyección de recursos por valor de ocho trillones de dólares.

Cómo explicarse, reflexionó, que ocho trillones de dólares no hayan podido contener la crisis. Lo que se ha invertido es 20 veces mayor que toda la deuda externa de todos los países de América Latina, pero al mismo tiempo es mayor que el costo de la Segunda Guerra Mundial, superior al Plan Marshall de reconstrucción en la posguerra europea, al de la guerra de Vietnam, y al de las de Afganistán e Iraq.

Según el mandatario dominicano, uno solo de los oscuros instrumentos financieros culpables de la crisis, el denominado Permuta de Crédito No Pagado (CDS, por sus siglas en inglés), equivale a 60 trillones de dólares, equivalentes al PIB de todo el planeta. Pero la magnitud del desastre es más visible cuando se conoce que el conjunto del mercado de derivados, al que pertenece el CDS, contabiliza 480 trillones de dólares, ocho veces el PIB mundial, una cifra que raya en el absurdo.

Por ello, la regulación y la transparencia que hoy piden instancias tales como el G-20 son válidas, «pero no pueden por sí solas revertir la crisis y restituir la confianza». Se hace necesaria —aseguró— la elaboración de una nueva arquitectura financiera internacional, que no debe ser la obra exclusiva del G-7, G-8, o G-20: «Requerirá que sea de todas las naciones del mundo, que son las que en estos momentos se encuentran afectadas precisamente por las malas políticas de los integrantes de esos clubes de la élite mundial».

«Lo que se requiere es un G-192», añadió. «Es imprescindible hacerse un conjunto de preguntas: ¿Por qué razón el presidente del Banco Mundial tiene que ser siempre un ciudadano de Estados Unidos? ¿Por qué el director gerente del FMI tiene que ser siempre un ciudadano de un país europeo? ¿Es que un latinoamericano, un caribeño, un asiático, un africano, no puede dirigir esas instituciones?», inquirió.

«Aunque estamos viviendo momentos muy sombríos, de gran angustia e incertidumbre, no permitamos que muera la esperanza. Como ha ocurrido con anterioridad, la actual crisis también será superada. Como en cada amanecer, el día se impone a la noche».

http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2009-03-05/no-permitamos-que-muera-la-esperanza/

2 La crisis actual ha puesto al desnudo las carencias y fallas del sistema, expresó José Manuel Zelaya Rosales, Presidente de Honduras en el XI Encuentro de Globalización y Problemas del Desarrollo. Condena el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba
Por Deisy Francis y Susana Lee


La importancia de la integración para hacer frente a la actual crisis económica. La búsqueda de nuevos modelos de desarrollo y en ese contexto el combate a la pobreza, estuvieron en el centro de la ponencia presentada la víspera por José Manuel Zelaya, Presidente de Honduras, en la segunda sesión del XI Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo.

José Manuel Zelaya RosalesEl mandatario hondureño fue el primer orador de la tarde. Tras manifestar que constituía para él un gratísimo honor participar en este evento, refirió que la integración es el camino a seguir hoy.

Nuestras economías —dijo— se encuentran prácticamente asiladas en este contexto del debate internacional de los grupos que monopolizan el comercio, pero integrados, podemos buscar respuestas alternativas.

Recordó que cuando su país decidió incorporarse a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), lo que calificó como "un hecho sin precedentes en Honduras", empezaron a implementarse inmensos programas de cooperación conjunta, que se propusieron erradicar el analfabetismo, la pobreza rural, y el impulso a procesos agrarios para los pequeños productores del campo, entre otros, señaló el dignatario.

Zelaya enfatizó que la crisis ha servido para poner al desnudo las carencias y las fallas del sistema, desvestido sus vicios, y sus adicciones, sus flaquezas y debilidades, y ha golpeado las estructuras de todos los componentes del modelo capitalista. "Comenzó como una especulación financiera en Estados Unidos y al final terminó afectando a los bancos, a las compañías multinacionales y al mundo", añadió.

Acotó asimismo, que pese a la grave crisis, este no es el fin del sistema capitalista, pero que "el capitalismo financiero, especulativo, y la globalización ingobernada, injusta, intolerante están heridos de muerte. Se requiere mucha voluntad política, porque este sistema ha demostrado a través de la historia su perversa capacidad para reproducirse".

De igual manera criticó la gran desconfianza que se ha generado en los mercados, el pánico, la estampida de muchos capitales, así como el aumento del desempleo, el hambre, la pobreza, y mayores formas de desigualdad y dependencia.

Por ello llamó en su intervención —muy ovacionada— a reestructurar el orden económico internacional, con derechos de equidad y justicia.

En ese sentido Zelaya resumió en sus ideas que la globalización debe abrirse fronteras a los espacios de la solidaridad humana; el capital debe estar al servicio del hombre y de la mujer y nunca a la inversa, y la necesidad de nuevas regulaciones y controles en función de nuestros países y no para procesos de dominación política.

Antes de concluir pidió saludar de forma muy especial al Gobierno y al pueblo cubanos. "Admiramos y respetamos a Cuba, hemos reconocido su lucha" y condenó "el absurdo bloqueo" que Estados Unidos ha impuesto por casi cinco décadas a la Mayor de las Antillas.

http://www.granma.cu/espanol/2009/marzo/mier4/lacrisis.html

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