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Cuba: coraje y valor

La agudeza y la finura de James Petras, por Norelys Morales Aguilera


Que nadie dude de la agudeza y finura de James Petras.

Pero, ha explotado un petardo y como él es de izquierda, la intelectualidad de izquierda se portará muy higiénica. ¿Pretexto? Colombia. ¿Motivo? Lo ignoro. En efecto, James Petras impone respeto. El renombrado sociólogo norteamericano sabe lo que hará. No responderá a insultos en primer lugar. Desde luego que no y con razón. Pero tampoco se saldrá del espacio teórico que ha marcado para golpear al “equivocado” Fidel Castro.

Ya dijo que Fidel Castro cometió errores y su “valentía” será muy aplaudida porque con tanta demonización del cubano, bien vale la pena que venga alguien a ubicarlo. Petras se nos mueve un poquito no se sabe a dónde, pero no importa él hace su declaración de fe. “He apoyado la revolución cubana exactamente durante cincuenta años y reconozco a Fidel Castro como uno de los grandes líderes revolucionarios de nuestro tiempo. Pero nunca he sido un apologista sin sentido crítico: en varias ocasiones he expresado mis discrepancias en medios impresos, en público y en discusiones con líderes, escritores y militantes cubanos.”

Sabe que tal aclaración era muy necesaria porque el título del trabajo no deja dudas y necesitaba ser creíble: “Ocho tesis erróneas de Fidel Castro. Fidel Castro y las FARC”. No se le escapará a Petras ni al lector, que alardea con su sentido crítico. Toma distancia respecto a que lo vayan a identificar con Cuba. Perdonadme, eso está de moda. Petras se nos presenta con la verdad absoluta. Un breve artículo para enumerar los errores de Fidel Castro, desde su punto de vista. Es legítimo su punto de vista, lo que no es legítimo es intentar hacernos pensar que su interpretación es la correcta. No deja espacio para eso. ¿Ya no somos democráticos en la izquierda?.

Desde el sistema categorial de la sociología en su abrigo universitario al fin y al cabo él se está dedicando a analizar solo las últimas reflexiones de Fidel Castro y puede en ese corto tramo lanzar un ataque a buen resguardo. Eso no tiene nada que ver, su lucidez teórica es tan brillante que no le hace falta acudir a datos de otro tipo que sabemos que sí tiene y que conoce o suponemos que conoce algo de la historia de la Revolución Cubana y en particular de la actuación ética de Fidel Castro.

Si Petras dice que Castro se equivocó es que se equivocó. Quien lo contradiga será un extremista, un fanático o un tonto porque Petras sí sabe y es muy inteligente y tiene a su favor el fuego concentrado de los grandes medios que están informando solo las críticas de Fidel e interpretando que apoya a Uribe. Los vecinos de mi barrio llaman a eso oportunismo, pero bueno, ellos son gente de pueblo que Petras sabrá dispensar porque está muy ofendido con Fidel porque llamó campesino a Marulanda y además, extrajo la conclusión de que lo denigra.

En una sugestiva impaciencia Petras da por terminadas las Reflexiones de Fidel Castro sobre el caso colombiano y se apresura a contabilizar sus errores. No creo que al ilustre sociólogo escape que al llamarlas Reflexiones, Fidel Castro se da la libertad de no agotar un tema y mantenerse pegado a su estilo de conversador entrenado. Eso no es típico de un intelectual de talla que le suponemos a James Petras y al mismo tiempo lo tenemos en una atalaya. Desde sus interpretaciones por lo que dijo o no dijo Fidel está equivocado y no ha dicho una verdad. En cambio Fidel Castro tendrá ya la repercusión de sus Reflexiones entre activistas y revolucionarios que no podían defender a las FARC por sus tácticas.

De hecho, Castro exculpa al régimen «uribista» actual, el más criminal, y echa toda la culpa al «imperialismo estadounidense». Eso nos dice Petras. ¿No será que Petras ahora no quiere ver las culpas del imperialismo estadounidense que ha engendrado regímenes como el de Uribe, algo que lleva muchos años explicado Fidel Castro, así como sus métodos en sucesos o proyectos como la Operación Cóndor o la Escuela de Las Américas? y por otro lado, el que Fidel no se refiera en sus últimas reflexiones al terror del gobierno no significa que lo apoye. Menos aún, que Cuba esté buscando sacar ventajas económicas del asunto.

¿Tenemos alguna razón para suponer que el hecho de que Petras demande la opinión puntual de Fidel Castro sobre algunos tópicos sea por su personal interés altruista? ¿Por qué un teórico tan avezado como James Petras da por terminadas las Reflexiones de Fidel Castro y se lanza a ver la viga en el ojo ajeno? Muy fino de su parte, ¿no?


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