Cartas para Obama...
Hace algún tiempo, la periodista Miosotis Favelo nos contó sobre una mujer...
“Jacqueline Roussie, es una amiga de Cuba, quien, en compañía de su esposo Claude, vive en una pequeña ciudad del Suroeste de Francia, en el Departamento de los Pirineos Atlánticos, en Monein. Los dos son profesores de matemáticas, ya jubilados; pero incansables trabajadores del Movimiento por la paz”. [… ] “Ahora [gracias a Jacqueline, a quien todos conocen por Kakine] casi todos los habitantes de la pequeña ciudad, del Suroeste de Francia, de unos cuatro mil habitantes, conocen la causa de los Cinco luchadores cubanos contra el terrorismo, gracias a la labor solidaria de estos amigos y de los artículos publicados por Kakine en la prensa del Departamento de Los Pirineos Atlánticos”.
¿Desde cuándo escribe Kakine a Obama? No podríamos precisarlo. Pero cada mes, llegan a nosotros, a través de la inmensa red de solidaridad por la libertad de los 5, las cartas de Kakine a Obama…
Señor Presidente Obama
Marzo 1ro, 2011
The White House
1600 Pennsylvania Avenue N.W.
Washington DC 20500
Señor Presidente:
Me gustaría empezar esta carta con un poema escrito por uno de los Cinco, Antonio Guerrero, cuando estaba encerrado en su celda de aislamiento de la prisión federal de Oklahoma, esperando su nueva ubicación. Esto fue hace un año.
Este es un poema de esperanza, que rinde homenaje a la solidaridad internacional cada vez mayor, para pedirle, Señor Presidente, se sirva liberar a los cinco agentes cubanos Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino, y René González.
Ustedes
Seguro, en medio del temporal,
me imagino andando por el mundo
como si caminaran conmigo
hombro a hombro brazos invencibles.
Pasarán con sus alas oscuras
otras tantas gélidas noches
sin poder aniquilar la aurora
del día final de la injusticia.
Hermanos y hermanas de la lucha
solidaria que se multiplica
cual las hojas en la primavera:
¡Ustedes nos darán la victoria,
ustedes estarán con nosotros
en la gran jornada del regreso!
Esta exigencia mundial de ver por fin a los Cinco libres se vuelve más fuerte en la medida en que la convivencia entre el gobierno que usted representa y la mafia de la Florida es más notoria, como se demuestra a través del desarrollo del proceso de Luis Posada Carriles en El Paso.
No es una casualidad que un testigo esencial, la periodista Ann Louise Bardach, haya sido víctima de un ciber ataque de los más sofisticados, como lo aprendimos el 7 de febrero último, y ella teme por su vida. Esta periodista realizó en el 1998 una serie de entrevistas a Luis Posada Carriles, publicadas en el “New York Times ” los días 12 y 13 de julio, 1998.
En el transcurso de esas entrevistas, Posada Carriles confirma su implicación en los atentados con bombas ocurridos en 1997 contra edificaciones turísticas en La Habana.
Uno de esos atentados provocó la muerte del joven turista italiano Fabio Di Celmo. Posada Carriles también afirmó que esos atentados habían sido financiados por los dirigentes de la Cuban American National Foundation [FNCA]. Su fundador y dirigente de entonces, Jorge Mas Canosa, ya fallecido, confraternizó con los presidentes Reagan, Bush y Clinton.
Posada Carriles precisó que Mas Canosa le había ayudado arreglar su evasión de una cárcel venezolana en el 1985, e instalarse en El Salvador donde se adhirió a la operación dirigida por la Casa Blanca que provocara el escándalo Irán-Contra.
No es una casualidad que en el 1998 Héctor Pesquera hubiese sido nombrado a la cabeza del FBI del Sur de la Florida, y que, algunos días después, fueron arrestados los agentes cubanos que infiltraban a los grupos terroristas de Miami. Es el mismo hombre que en agosto del 2003, diera la orden de pasar por el triturador el expediente de Luis Posada Carriles.
No es una casualidad que en septiembre del 2005, la DHS (Department of Homeland Security) de Estados Unidos no haya hecho ningún caso a las confesiones de Posada Carriles grabadas por el periodista norteamericano Blake Fleetwood en el 1977 en Caracas, en presencia de Orlando Bosch, y en cuya confesión Posada carriles narraba los vínculos entre la CIA y su agencia donde sus actos siniestros fueron planificados.
No es una casualidad que Posada Carriles estuviera en la Dealy Plaza de Dallas cuando John Kennedy fue asesinado, como lo señaló el especialista del asunto, el holandés Wim Dankbaar.
“Si alguien protege a un terrorista, si alguien alimenta a un terrorista, es tan culpable como los terroristas”. (George W. Bush, 26 de agosto, 2003).
¿Será por fin este terrorista juzgado por sus crímenes? ¿O seguirá “durmiendo como un bebé”, como nunca dormirá él de Brenda Esquivel? Este niño fue matado en el vientre de su madre bajo la orden de Posada Carriles: “acaba con esta semilla antes de que nazca” durante un interrogatorio salvaje, en Julio del 1972 en Venezuela, en los locales de la DISIP.
Con el apoyo que tiene este ex oficial de la CIA y del ejército de Estados Unidos, ¡la partida no está ganada!
Mientras tanto, nuestros Cinco Cubanos, que combatieron esos crímenes, siguen pudriéndose presos. La injusticia de que son víctimas se hace cada día más inaguantable. Sin embargo, no nos sorprende: sabemos que tres de los fiscales que participaron en el proceso contra Gerardo Hernández, firmaron un texto el 14 de febrero, 2011, para denunciar que Arturo Hernández, el abogado de Posada carriles, en el 2001, les había ofrecido “formas de asistencia” para lograr que condenaran a Gerardo.
En nombre de los numerosos amigos de los Cinco en el mundo, le pido otra vez, Señor Presidente, ser digno de su premio Nobel firmando la clemencia ejecutiva que devolverá por fin a esos cinco patriotas la libertad que perdieron desde hace más de doce años.
Esperando tal gesto de su parte, reciba, Señor Presidente, la expresión de mis sentimientos humanistas más sinceros.
Jacqueline Roussie
64360 Monein (France)
Copias a: Señoras Michelle Obama, Nancy Pelosi, Hillary Clinton, Janet Napolitano Señores Harry Reid, Eric Holder, Pete Rouse, Donald Werrilli, John F. Kerry y el Embajador de EEUU en Francia.
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